Psicología Biodinámica


La psicología biodinámica, creada por la psicóloga y fisioterapeuta noruega Gerda Boyesen, estudia y trata los procesos psicológicos en el contexto de toda la gama de procesos vitales de una persona. Se considera que los procesos de «la mente» y del «cuerpo» son aspectos interfuncionales de un único desarrollo biodinámico.

Inclusión de la neurosis

Por consiguiente, la terapia biodinámica abarca muchas actividades relacionadas con las tensiones y restricciones corporales, utilizando técnicas especiales de masaje y movimiento, y dedica una atención particular a la expresión corporal de la persona. Puesto que la neurosis es un desarrollo tanto fisiológico como psicológico, la persona incorpora literalmente sus neurosis.

Cada emoción, cada impresión, cada frustración tiene una consecuencia fisiológica directa sobre la persona, así como una consecuencia psicológica. Cuando las emociones no son expresadas repetidamente y los conflictos permanecen sin resolver, estas consecuencias adquieren una naturaleza crónica. La tensión se acumula, capa tras capa, hasta que se desarrollan síntomas neuróticos; en algunos casos principalmente somáticos, en otros principalmente de comportamiento. Esto resulta particularmente penoso en los primeros años de vida, cuando afecta al desarrollo tanto físico como mental y emocional del niño.

Autocuración y autorregulación

No obstante, un organismo sano tiene el poder de expresar, resolver y digerir incluso consecuencias emocionales severas, siempre y. cuando existan las condiciones necesarias de paz y seguridad. Solamente cuando una persona pierde su inherente capacidad natural de autorregulación y autocuración, aparece la neurosis. La terapia biodinámica intenta compensar esta pérdida o disminución de la capacidad de autorregulación, y alcanzar el «núcleo vivo» del paciente, estimulándolo y alentándolo a expandirse.

LA PERSONALIDAD PRIMARIA Y EL ACORAZAMIENTO MUSCULAR

Muy a menudo, este núcleo vivo o personalidad primaria queda sepultado bajo una «personalidad secundaria» que desarrollan los/as niños/as en crecimiento, a fin de hacer frente a un medio ambiente hostil. 

Esta personalidad secundaria corresponde a los conceptos de «acorazamiento muscular» y «acorazamiento caracterológico» elaborados por Wilhelm Reich. 

Con esta personalidad secundaria, una persona no sólo se protege de los estragos del medio ambiente exterior, sino también de sus propias emociones desagradables; desagradables debido a que el medio ambiente que le rodea no puede aceptarlas. 

Por ejemplo, un niño que es castigado frecuentemente por expresar su enojo, puede reprimir literalmente su enojo mediante un esfuerzo muscular. Finalmente, este proceso represivo se transforma en parte de la estructura corporal (acorazamiento muscular), y el niño ya ni siquiera siente su enojo (acorazamiento caracterológico). Gerda Boyesen ha llevado aún más lejos esta idea, con sus conceptos de «acorazamiento visceral» y «acorazamiento de tejidos».

Ciclos emocionales y psicoperistalsis

El concepto de los ciclos emocionales tiene una gran importancia en psicología biodinámica, no solamente en su aspecto psicológico, sino también como proceso corporal.

El ascenso y descenso de las emociones precipita una amplia secuencia de cambios fisiológicos a nivel microscópico, que incluyen reorganizaciones vasomotoras (la «circulación sanguínea emocional»). Cuando termina el estado emocional, estos procesos corporales deberían regresar a un estado normal, lo que sucede en un organismo sano. 

Podemos trascender el estado emocional completamente, siempre y cuando los efectos corporales de la emoción sean eliminados totalmente del organismo.

Según la teoría de Gerda Boyesen, los procesos peristálticos de los intestinos (por ejemplo, los ruidos del vientre) desempeñan un papel de primer orden en este proceso de eliminación. Además de desempeñar un papel importante en los procesos digestivos, las ondas peristálticas también son producidas en respuesta a uno presión del organismo asociada con la tensión emocional. Gerda Boyesen ha denominado a este aspecto de su funcionamiento, «psicoperistalsis» .

La psicoperistalsis elimina literalmente del cuerpo los efectos residuales provenientes de un estado emocional concreto. Pero esta fase psicoperistáltica, mediante la que se completa el ciclo emocional, tan sólo puede tener lugar en condiciones de paz y seguridad, cuando el organismo ya no se encuentra en estado de alerta.

Acorazamiento de los tejidos y acorazamiento visceral

Cuando una persona vive en una atmósfera de tensión y conflictos, no pudiendo nunca sentirse profundamente segura, se inhibe la psicoperistalsis. Finalmente, los músculos intestinales pierden la capacidad de responder a las presiones que deberían estimular el funcionamiento psicoperistáltico. Esta pérdida de respuesta constituye un acorazamiento visceral. Al perderse esta función autorreguladora, el cuerpo nunca se encuentra totalmente libre de tensiones.

Si se produce una función psicoperistáltica deficiente, también se produce una circulación deficiente de los líquidos del cuerpo y, por ende, los tejidos no se limpian adecuadamente. Por consiguiente, las bioenergía no puede circular con libertad.

El Institute of Bioenergetic Analysis fue fundado por Lowen en 1956 en Estados Unidos, desde donde la bioenergética se ha ido extendiendo por todo el mundo. 

Reich descubrió la naturaleza de la "armadura caracterial", que constituye el patrón defensivo adoptado por el cuerpo para protegerse del dolor y sufrimiento psicológicos. Esta "armadura caracterial" crea formas y tensiones musculares crónicas y, por lo general, las personas no tienen conciencia de su existencia. 

La bioenergética intenta producir una integración sana entre el cuerpo y la mente, a fin de que la persona use su energía para descubrir el placer en lugar de emplearla como defensa. 

Así, pues, se presta atención al problema psicológico y a la expresión física del mismo, que se manifiesta en el cuerpo y los movimientos del paciente. 

Las técnicas de bioenergética intentan liberar al paciente de sus tensiones físicas, al tiempo que tratan los problemas psicológicos. 

Aunque la bioenergética debe mucho a Reich por el descubrimiento de la "armadura caracterial", ésta difiere de la "teoría reichiana", ya que utiliza una metodología sistemática que trata la relación entre las funciones somáticas y los traumas psicológicos.

Existen tres áreas principales de trabajo:

1) asentamiento, 2) respiración y 3) estructura del carácter.

El asentamiento está relacionado con la seguridad emoción y con la autoridad personal del individuo. Muy a menudo, las personas dependen de otras personas y no de sí mismas, de partes de su cuerpo, por ejemplo de su cerebro, en lugar de depender de todo su cuerpo. Este método permite descubrir sentido de identidad individual, tarea nada fácil. Es a través nuestras piernas y nuestros pies como permanecemos en contacto con la realidad. Para que una persona esté asentada debe adoptar una postura dada, con los pies firmemente colocada sobre el suelo y en una posición especial que permita que la energía del cuerpo se mueva en un flujo armonioso desde sistema respiratorio, que une al contacto positivo con la tierra. Donde hay problemas de inseguridad, hay problemas asentamiento, de autoridad. Este problema debe ser tratado mediante el proceso terapéutico.

Su comportamiento consiste en mantener fuera del alcance su cuerpo y medio ambiente. A su vez, la tarea de la terapia consiste en permitir que el paciente se enfrente a su terror y a su furia, y descubra su derecho a existir en el mundo.

El carácter oral se caracteriza por un patrón muscular tenso contra el temor de abandono y aislamiento. Su comportamiento constituye una insaciable sed de protagonismo en sus relaciones con los demás. La tarea de la terapia consiste en enfrentarse a este aislamiento y a su consecuente rabia, y permitir al paciente que abandone las insaciables demandas que hace a los demás.

La personalidad psicopática se caracteriza por una tensión muscular contra el miedo al fracaso en caso de ceder. El paciente tiene necesidad de ser superior a todos los demás en todo momento. La tarea de la terapia es afrontar el temor de sumisión y aceptar la interdependencia como única manera de vivir.

El carácter masoquista se caracteriza por una tensión muscular contra el miedo de expresar sus derechos y necesidades. La tarea de la terapia consiste en afrontar el miedo a admitir que el paciente tienen necesidades y, luego hacer que vea las necesidades de los demás, mostrándole así su libertad de cuidar de sí mismo antes de cuidar de los demás.

La estructura rígida se caracteriza por una tensión muscular contra el temor a los desengaños emocionales. El paciente tiene necesidad de controlar sus emociones y de no comprometerse en sus relaciones. La tarea de la terapia consiste en confrontar el terror y la furia para unir la cabeza con las sensaciones genitales, y para abrir paso al contacto y a la aceptación.

La capacidad de comprender las estructuras caracterológicas equivale a poder leer la historia de la vida del paciente antes de que éste diga una sola palabra. La bioenergética proporciona un análisis rápido y dinámico que puede corroborar el paciente. A través del contacto con el cuerpo, el paciente puede tomar contacto con su historia y sus problemas actuales, puede encontrar una manera de integrar su mente y su cuerpo, y adquirir así una autocomprensión y consciencia integrales.

Para hacerlo, el paciente debe comprender el problema y tener la voluntad de revivir las experiencias de privación y sufrimiento. Con ello resulta posible volver a evaluar la anterior experiencia de temor y verla como algo soportable debido a que no le impide llegar a las fuentes de su propio bienestar. De esta manera, el paciente ya no necesita adoptar una estructura defensiva, por ejemplo, manteniéndose tenso contra el abandono, porque puede, en tanto que adulto, descubrir otras áreas de recursos y riqueza tanto dentro de sí mismo como en el exterior. Así, puede repetir su postura física y revivir su temor para encontrar un nuevo camino que lo lleve del temor al placer.

¿Significa eso que se ha curado? En bioenergética, no se emplea la palabra curación. Lo que se sostiene es que la persona es capaz de aceptar lo sucedido y de absorber las experiencias dentro de su vida para siempre, encontrándose así listo para dar el siguiente paso en su crecimiento y desarrollo.

El concepto de que en bioenergética no existe ningún lugar donde se pueda esconder el terapeuta, es fundamental para los talleres terapéuticos. 

El conocimiento es un fenómeno del ego, y hay que trascender el conocimiento; por ejemplo, el terapeuta tiene que sentir el flujo y la dirección del curso y la excitación del cuerpo. Tiene que conocer el dolor y el sufrimiento, o se encontrará ante la dificultad de ser paciente y respetuoso con su cliente. 

Una persona que nunca ha llorado no puede ayudar a una persona en su dolor. Una persona que nunca ha amado, difícilmente podrá ayudar a una persona con su ternura.

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